¿Cómo salir fortalecido de un duelo, una perdida?

El duelo es un trabajo psíquico que se pone en funcionamiento cuando perdemos algo o alguien….quien éramos para alguien, a quien le importábamos. Duelo que lleva a que uno no se reconozca en la propia mirada…circunstancialmente se de deje de existir.El duelo es lento y penoso….se elabora ¿Cómo? Al detenernos en cada punto de enlace que nos liga a lo perdido, en cada recuerdo, en cada esperanza, en cada momento compartido.

En el duelo se pone en evidencia que aquello que perdimos nos sostenía: si alguien que amamos nos deja, el mundo se desmorona.
Un duelo no elaborado produce sufrimiento, síntomas en el cuerpo, en el alma, en las relaciones nuevas que de esta manera corren riesgo de perderse: es que cuando lo perdido no se deja ir, no deja lugar a lo nuevo. Lo que no se duelo, no necesariamente es la muerte fisica de un ser querido, sino que puede ser: el crecimiento natural de una persona lleva a modificar los vinculos, sobre todo con los padres y en este proceso la perdida del padre o la madre de la infancia no suele ser tarea sencilla; en la adolescencia vuelve a ocurrir una fuerte metamorfosis interior que lleva a la perdida del padre o la madre de la adolescencia los cuales suelen estar fuertemente idealizados (héroes que ya no lo son y a los cuales celamos); otras experiencias que se vinculan a un duelo son: la perdida de una relación amorosa, un amigo, los cambios sufridos por el nacimiento de un ser, un hijo perdido, un aborto; la perdida de un empleo, un exilio, de una casa, de salud, de una situacion economica, de la juventud, los hijos que se van, etc.
La depresión, como la tristeza son estados pasajeros y pueden transformarse hablando sobre ello, a quien sepa brindar las posibilidades de elaboración: ubicar lo que se pierde, que (función) se pierde y no se deja ir, cuales son los recuerdos, situaciones, vínculos que nos mantienen ligado a lo perdido, permitiendo así reubicarse en relación a lo perdido….es que el vivir persiste, continua su devenir.
En el trabajo de duelo nos encontramos con cierta ambivalencia: el ser amado es reconstruido ideal y mentalmente en el yo, pero al mismo tiempo es odiado…por lo que no nos dio, por las peguntas sin responder que nos dejó…porque nos dejó. Sin la elaboración de esta ambivalencia, la vida se ve interrumpida. En el intento de no perder al ser querido, la persona se identifica con quien ya no esta, enajenándose de si mismo, convirtiéndose en alguien que no le sirve para su existencia.La única salida es hablar, al hablar ir escribiendo una nueva historia que nos permita liberarnos de los síntomas, de las tristezas. Una escritura nueva que nos reposicione en ese mapa simbólico, verbal en el que vivimos y así corrernos de la pesadez de la depresión.
Favorecer la comunicación abierta y eficaz, sobre todo entre los integrantes de la familia en donde se pueda explicitar los sentimientos, es un importante recurso para facilitar la elaboracion de un duelo. Es tambien importante la Red de contencion social: Amigos, Familia, Profesionales, Cultura, iglesia, etc.
Afrontar, elaborar y resolver un duelo significa pasar por estados de animo de dolor y tristeza, con sensanciones de desorganizacion subjetiva y descontrol que el proceso supone.

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